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27 de octubre de 2015

U.D.2: DIOS NOS ACOMPAÑA SIEMPRE

En esta unidad profundizaremos en la emoción que pauta la unidad didáctica: la confianza.
A partir del reconocimiento de los gestos y los ejemplos de confianza y de ayuda que observan en las personas de su alrededor, pretendemos que los alumnos desarrollen la confianza en sí mismos.
A medida que aprenden a superar pequeñas dificultades y se enfrentan  satisfactoriamente a situaciones de inseguridad, los alumnos progresarán en autonomía.
A través del ejemplo de Moisés les acercamos a modelos que les acompañan en su crecimiento descubriéndoles el concepto de dependencia mutua.



TRABAJO CON LAS EMOCIONES
Competencia social
La propuesta inicial de la unidad avanza en el desarrollo emocional. Esta primera experiencia favorece el paso de los alumnos desde la confianza en otras personas hasta la confianza en sí mismos que debe caracterizar a los adultos.
El desarrollo de este sentimiento de confianza depende en gran medida de la calidad de las relaciones que establecen con las personas que les rodean. Solo si los niños de estas edades se sienten amados, cuidados y protegidos desarrollarán dicho sentimiento.
Para que los alumnos vayan progresando en la confianza en sí mismos y ganando autonomía, es necesario que les ayudemos a hacer las cosas por sí mismos.
Facilitar estos aspectos es posible desde la simulación e imaginación de situaciones ficticias, de manera que ellos se expresen acerca de en cuáles de estas situaciones se sienten más seguros, en cuáles necesitan más ayuda, etc.


La confianza es la seguridad o esperanza firme  que alguien tiene de otro individuo o de algo. También se trata de la presunción de uno mismo y del ánimo o vigor para obrar.










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