TODOS SOMOS CRIATURAS DE DIOS, ÚNICOS Y DIFERENTES, Y ESTAMOS LLAMADOS A SER HIJOS DE DIOS.
Dios es mi padre en el cielo.
Dios me cuidará como a su hijo, pues soy parte de su creación.
Ser un hijo de Dios significa que hemos nacido por segunda vez en la familia de Dios, por medio del Bautismo.
Tengo la misión de transmitir este mensaje a todo el que quiera escucharme.
CANCIÓN: SOY HIJO DE DIOS
Letra:
Soy un hijo de Dios
Tengo su bendición
Soy un hijo de Dios
Tengo su amor
//Y lo puedo decir con toda libertad//
Puedo saltar, puedo girar
Puedo aplaudir y mis manos levantar//
Soy un hijo de Dios
1: saltando
2: girando
3: con palmas
1, 2, 3
1: saltando
2: girando
3: con palmas
//Puedo saltar, puedo girar
Puedo aplaudir y mis manos levantar//
Soy un hijo de Dios
Las personas ocupan un lugar único en la creación: "están hecho a imagen de Dios"; en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el mundo material; es creado "hombre y mujer"; Dios lo estableció en la amistad con él.
Dios nos ha dado capacidades y dones para que nos adaptemos al mundo y su creación (la piel cambia, para dar protección, confeccionamos ropa para protegernos del frío, utilizamos gafas para ver mejor…etc).
Dios preparó a nuestro cuerpo con los mecanismos necesarios para su existencia, y nos dio corazón y cerebro para, amar y experimentar los sentimientos que dignifican el Amor, como: la caridad, la fraternidad, etc.Conozcamos de Su Amor y el Amor con el que nos creó.
Dios nos creó para ser felices y cuidar de su creación.
ACTIVIDAD
1.- ¿QUÉ NOS REGALÓ DIOS?
Dibuja tres cosas creadas por Dios dentro de la caja de regalo
2.- ¡QUÉ GRAN REAGALO!
Damos la gracias a Dios y para ello escribimos la palabra Gracias muy grande.
¡ Gracias !
La gratitud es uno de los grandes valores humanos y humanizadores. Todo se nos ha dado: la vida, la naturaleza, las relaciones con las personas. Todo es un regalo. Desde nuestro corazón, tiene que surgir un profundo agradecimiento por lo recibido y, a su vez, tenemos el serio compromiso de colaborar en la mejora de la sociedad aportando nuestros dones para su mejora, pensando, también, en las generaciones futuras. Haremos una práctica de agradecimiento por la vida, la naturaleza y las personas.
3.- ¿Para qué nos regaló Dios la Creación?
Completa la frase con las vocales que faltan.
S-R F-L-C-S Y C--D-RL- .
El domingo 19 de octubre la Iglesia celebra el DOMUND, la Jornada Mundial de las Misiones, organizada por Obras Misionales Pontificias(OMP). Es el día en el que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones. Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”. Este año el lema elegido para la celebración de esta Jornada es “Misioneros de esperanza entre los pueblos».
«Misioneros de esperanza entre los pueblos», lema de este año
El lema de este año para el Domund”, viene dado en el mensaje del papa Francisco para este Día. En él, recordaba a cada cristiano, y a la Iglesia como comunidad de bautizados, su vocación fundamental a ser mensajeros y constructores de esperanza. Esta vocación necesita el apoyo del resto de la Iglesia. ¿Cómo? Hay tres formas de cooperación misionera: personal, espiritual y económica. No se trata sólo de colaborar con la misión, sino de participar en ella.
España: segundo país que más colabora con el Domund
En la actualidad, España es el segundo país que más colabora con el Domund, por detrás de Estados Unidos. Nuestro país envió a misiones en 2024 10.351.613,49€ para la financiación de los proyectos de 2025.
Además, España es uno de los países que más misioneros tiene repartidos por el mundo. Unas 377 instituciones envían misioneros a la misión, cada una con un carisma diferente, pero todas en comunión con la Iglesia.
En la base de datos de OMP, hay registrados 9.648 misioneros españoles. De ellos, 5.624 están en destino, y 4.024 en España, colaborando con la animación misionera o a la espera de nuevos destinos. Además, el 53% de los misioneros españoles son mujeres, y el 47% hombres y el país con más misioneros españoles es Perú (524).
Cabe destacar en este día que en total existen 1.131 territorios de misión, que representan un tercio de las diócesis del mundo. En ellos, se encuentran cerca de la mitad de las escuelas de la Iglesia Católica, y el 30% de sus instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias…).
JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES
El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.
Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.
ESPERANZA CON FUNDAMENTO
José María Calderón,
Director de OMP en España
En este mundo en el que vivimos, hay muchas promesas. Los políticos, los economistas, los publicistas, los comerciales…, todos nos prometen un mundo mejor, sin tanto sufrimiento, sin tanta guerra, y ¡nunca termina de hacerse realidad!
Es una promesa ingenua y sin fundamento, porque se olvidan de que el ser humano es pecador y, mientras estemos en esta tierra, siempre habrá egoísmo, soberbia, deseos de venganza… Lo “divertido” es que ¡los que lo prometen también son pecadores!; y muchas veces sus promesas se convierten en trampolín para conseguir ellos lo que prometen, pero que a los demás no dan. Además, se olvidan de que en este mundo siempre, siempre, habrá enfermedades, catástrofes, accidentes… involuntarios, pero reales. Y, por mucho que nos esforcemos, no conseguiremos evitarlos.
No es que no crea que el hombre puede hacer cosas bonitas y grandes en este mundo. De hecho, es algo que no podemos dejar de desear, pero con sentido de la realidad: la esperanza no la dan las cosas de esta tierra; la esperanza de verdad la da exclusivamente Dios.
Por eso, me atrevo a decir que los hombres y mujeres que han abandonado todo para dedicar su vida a llevar la verdad del Evangelio son lo que pueden provocar la esperanza en las personas, en las culturas, en los pueblos. Los misioneros que proponen el verdadero ideal del hombre, que no es otro que Cristo, son, sin duda, sembradores de esperanza para aquellos cuyo horizonte es pequeño y caduco.
No prometen falsas riquezas, no prometen un mundo sin dolor. Al dolor lo llaman cruz, y en la Cruz encuentran al Redentor. No prometen un mundo sin injusticias y sin abusos ni atropellos, porque no promueven una ideología. Prometen un mundo en el que el hombre está llamado a convertirse, a mirarse ante el Salvador y proponerse renovar su deseo de eternidad.
El Domund de este año nos pone delante a esos sacerdotes, religiosas, obispos, laicos y familias que no viven de utopías, de sueños inalcanzables, sino que miran al mundo, a los pueblos, a las gentes con un profundo amor y desean darles la seguridad de un Dios que les ama con locura y que quiere para ellos lo mejor. Un Dios que ha regalado al hombre que se dirige a Él el perdón y la misericordia. Un Dios que le ha prometido la felicidad para toda la eternidad. Un Dios que no le engaña y no le dice que su vida, aquí en la tierra, va a ser perfecta, pero sí le asegura su compañía, su consuelo y su gracia en todo momento, y, de modo particular, en los tiempos de dolor, de angustia, ¡de cruz!
Lo hemos comprobado todos. Cuando algún amigo, quizás nuestra madre o nuestro padre, nos ha hablado al corazón de ese Dios que quiere estar cerca de nosotros y que quiere compartir nuestro dolor, se nos han esponjado las entrañas, nos hemos quedado con más paz, hemos descubierto que ¡el mal no tiene la última palabra!
Evidentemente, las palabras de ánimo y de fe que nuestros misioneros transmiten ¡van acompañadas de obras de amor!; y esas obras ayudan a crecer, también, humanamente. Son realidades tangibles, como escuelas, dispensarios, orfanatos, casas de acogida…, que nos recuerdan que el hombre es también de carne, y vive en un mundo del que se tiene que valer para vivir con dignidad y con proyección a un futuro. ¡El mismo Dios se hizo hombre!, “trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado”; por eso, el Concilio no duda en afirmar: “Cristo, el nuevo Adán…, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación” (GS 22).
Para quienes tenemos fe, la Jornada del Domund es una oportunidad que se nos da para que cada uno de nosotros nos alegremos cuando nos enteramos de que, en África, en Asia, en América, los misioneros están trabajando denodadamente por llevar la esperanza verdadera al corazón de tantísimas personas que no conocen a Cristo. Esos “Misioneros de esperanza entre los pueblos” están haciendo posible que muchos descubran la belleza y dignidad de sus vidas. Están transformando este mundo en el Reino de Dios, el que pedimos en el padrenuestro: “¡Venga a nosotros tu reino!”. Pero no apoyándose en falsas promesas ni en ideologías destructivas, sino invitando a la conversión del corazón a cada uno, para que Dios pueda hacer de ellos constructores de paz y alegría.
Seamos misioneros de esperanza nosotros también, apoyando con nuestra oración y nuestra colaboración económica a aquellos de quienes nos sentimos tan orgullosos, y que son nuestros hermanos misioneros.
Dos misioneros españoles que compartieron la misión de Robert Prevost en Perú, antes de ser elegido Papa, y el que fue su secretario cuando era obispo de Chiclayo, destacan su espíritu misionero en este vídeo para la Jornada Mundial de las Misiones 2025.
Nuestra intención es presentar a los alumnos el texto de la Creación. Queremos que los alumnos comprendan que Dios creó el mundo, y lo último que hizo fue al hombre y a la mujer, con la intención de que fueran felices en él y que lo cuidaran. Dios crea a Adán y Eva hijos suyos y, por eso, nosotros somos hijos de Dios y todos somos hermanos.
El relato bíblico de la creación (Gn 1) mostrará el mundo como un regalo de Dios, especialmente el hombre y la mujer. Damos gracias por ello y nos comprometemos, a cuidarlo y a vivir felices en él.
(Gn 1, 26-31)
26. Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo".
27. Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
28. Y los bendijo, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra".
29. Y continuó diciendo: "Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento.
30. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde". Y así sucedió.
31. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.
Al sexto día de creación, Dios vio el mundo que había creado, maravilloso siendo todo un paraíso. Pero Dios se dio cuenta de que todo este mundo estaba demasiado vacío, así que tuvo la idea de crear al hombre. Siendo este un ser inteligente que pudiera habitar y cuidar esa tierra vacía y que por lo tanto pudiera honrarle y adorarle como el único creador.
Dios acababa de crear a los animales domésticos y salvajes pero ellos no eran capaces de regir el nuevo mundo que había creado ya que no eran lo suficientemente perfectos. Dios necesitaba un nuevo ser, más complejo e inteligente que los animales pero que no llegaran a la divinidad de los ángeles que acompañaban en el Cielo a Dios. Dios decidió que esta nueva especie debía ser creada a su imagen y semejanza y que su nombre sería el de hombre.
Dios creó al hombre, mediante el uso del barro, siendo el primer material que Dios vio y, así le dio un cuerpo, (una forma de unir a los seres humanos con la tierra que habitaban) y después le inspiró en el rostro "aliento de vida" y así le dio un alma.
El primer hombre se llamó Adán y que Dios le dio un mundo lleno de alimentos y maravillas para que pudiera disfrutarlo, siempre y cuando adorara a su creador y no fuera engañado por el demonio. La inteligencia de Adán le hacía digno para poder cuidar y gobernar sobre el resto de especies, ya que era más apto para ello que los animales.
Adán no era totalmente feliz en el paraíso que Dios había creado, y Dios se dio cuenta de que al igual que los animales necesitaban a seres iguales para juntarse los hombres necesitaban algo igual. Adán pidió a Dios una compañera, y Dios tomó una de las costillas de Adán para crear a la primera mujer llamada Eva. Con el primer hombre y la primera mujer la obra de Dios estaba completada.
Dios bendijo a los dos seres humanos y les dijo que fueran felices en el paraíso, (mundo) teniendo descendía y poblando con ello aquel mundo que había creado para que fuera dirigido por los hombres.
NUESTRA CASA COMÚN
El 12 de octubre celebramos la festividad de
Nuestra Señora del Pilar.
Esta advocación mariana proviene de la aparición más antigua de la Santísima Virgen María.
La tradición cuenta que alrededor del año 40, la Virgen se le apareció en “carne mortal” al apóstol Santiago el Mayor, a orillas del río Ebro, cuando ella aún vivía en Éfeso. El apóstol, siguiendo el mandato de Jesús de ir por todo el mundo a predicar el Evangelio, había llegado hasta España, pero se encontraba desanimado por los problemas para evangelizar aquella región. Animado por esta aparición, y por mandato de la Virgen, Santiago junto a los siete primeros convertidos de aquel lugar edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del río Ebro. En aquella capilla colocaron la columna de jaspe que la Virgen les había dejado como testimonio de su visita, esta columna es conocida popularmente como «el Pilar», y aún hoy es venerada en aquel lugar.
Este testimonio está plasmado en un manuscrito de 1297, época en que comenzó la devoción a esta advocación con las primeras peregrinaciones.
Con el paso del tiempo, la gente de Zaragoza fue mejorando la primitiva capilla, hasta llegar a construir una inmensa y preciosa Basílica.
En 1642 la Virgen del Pilar fue proclamada patrona de Zaragoza, en 1678 patrona de todo el Reino de Aragón y también patrona de la Hispanidad.
Se trata de seres incorpóreos, espirituales, perfectos,
creadas por Dios al principio de los tiempos con el objetivo de hacerlos sus
siervos y mensajeros.
La tarea de los tres Arcángeles, aparte de la
contemplación de Dios, es comunicar al hombre de diferentes maneras su
voluntad, ser una inspiración para los seres humanos, los catalizadores de la
Gracia Divina para ellos.
La Sagrada Escritura atribuye a cada Arcángel una misión
particular.
Miguel es el guerrero que lucha contra Satanás y sus
emisarios (Gd 9; Ap 12, 7; cfr Zc 13, 1-2), el defensor de los que aman a Dios
(Dn 10, 13.21), el protector del pueblo de Dios (Dn 12, 1).
Gabriel es uno de los espíritus más cercanos a Dios,
frente a su Trono celestial (Lc 1, 19), quien le reveló a Daniel los secretos
del plan de Dios (Dn 8, 16; 9, 21-22),
anunciado a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista (Lc 1, 11-20), y
a María el de Jesús (Lc 1, 26-38).
Rafael está frente al trono de Dios (Tb 12, 15; cfr Ap 8,
2), acompaña y protege a Tobías en su peligroso viaje y cura a su padre de la
ceguera y su futura esposa de la influencia del maligno.
ÁNGEL DE LA GUARDA
Según la tradición cristiana, cada uno de nosotros tiene
un Ángel de guarda, que lo acompaña desde el momento de su nacimiento hasta el
momento de la muerte, permaneciendo junto a él en cada momento de su vida. La
idea de un espíritu, una entidad sobrenatural que sigue y supervisa a cada ser
humano ya estaba presente en otras religiones y en la filosofía griega.
El Ángel de guarda, entonces, está ligado a cualquiera
que viva en la gracia de Dios. Los padres de la iglesia como Tertuliano, San
Agustín, San Ambrosio, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo y San Gregorio de Nisa
apoyaron la existencia de un Ángel de guarda para cada persona, y aunque
todavía no existía una formulación dogmática en relación con esta figura,
durante el Concilio de Trento (1545-1563) se declaró que cada ser humano tiene
su propio Ángel.
A partir del siglo XVII, la difusión de la devoción
popular aumentó y el Papa
Pablo V insertó la fiesta de los ángeles de guarda en el
calendario.
Incluso en las representaciones sagradas y especialmente
en las imágenes de devoción popular, los Ángeles de la guarda comenzaron a
aparecer, generalmente representados en el acto de proteger a los niños del
mal. De hecho, especialmente cuando somos niños se nos anima a hablar con
nuestro ángel de la guarda y a dirigir nuestras oraciones.