Profundizar en la importancia de la eucaristía.
Desarrollar la competencia para la conciencia y expresiones culturales a través del aprecio a la artesanía popular.
TRABAJO CON LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
Inteligencia visual-espacial
Los alumnos tienen la capacidad de percibir detalles visuales
y de comprender cómo se ordena el espacio para narrar
el acontecimiento de la cena del Jueves Santo. La contemplación
de esta artesanía desarrolla su capacidad de atención
y de distinguir a los personajes, de descubrir quién es
Judas (personaje de la esquina derecha con la camisa azul),
de percibir los elementos propios del arte peruano, etc.
La propuesta concreta de contemplar la artesanía desde el
punto de vista del color ayuda al niño a poner en juego sus
habilidades visuales y espaciales.
Estas habilidades son necesarias para crear figuras en el
espacio, no en vano es tan importante esta inteligencia
para las artes visuales como la pintura y la escultura.
TRABAJO CON LAS EMOCIONES
Regulación emocional
La actividad propuesta posibilita que los niños aprendan a
reconocer el significado de los colores y a generar con ellos,
emociones positivas como la confianza, la alegría y la serenidad.
La expresión de color ayuda a cada uno de ellos a conocerse
mejor, a construir su propio autoconcepto y a ir formándose
una idea de quiénes son.
La manera en que los niños se sienten a sí mismos afecta
significativamente a todos los aspectos de sus vidas.
El modo en que nos relacionamos con los elementos externos
como el colorido, las expresiones de culturas diferentes,
etc. moldean la imagen que el niño tiene de él mismo.
Profundizar en los contenidos de la unidad.
Desarrollar las competencias para la conciencia y expresión
cultural y para el sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
Conciencia emocional
A lo largo del curso, los alumnos han aprendido a identificar las emociones básicas como la alegría, la tristeza, el miedo o el enfado.
Pero también, a medida que han ido madurando emocionalmente, han podido trabajar otras emociones más complejas como el amor, la esperanza o la que nos ha ocupado en esta unidad, el agradecimiento.
Se trata de que los alumnos aprendan a ser y a convivir con estas emociones que permiten su desarrollo personal y su vida social. Esta propuesta final se centra nuevamente en que los niños expresen creativamente sus emociones y trabajen la autoestima y el vínculo entre sentir y expresar, y entre sentir y compartir con los demás lo que viven.